martes, 31 de enero de 2012
domingo, 29 de enero de 2012
jueves, 26 de enero de 2012
Escritura Automática 71
Las Nubes con formas geométricas, transcurrian a cámara lenta, como un niño perezoso accionando el cinexin.
El té hacía rato que estaba hecho, esperaba impaciente el beso, pero no le importaba que quedara frio.
Un ejercito de propósitos pendientes agujereaban finalmente su cabeza, era como tener un sombrero hecho de alfileres, con todo eso, como siempre, decidió continuar disfrutando de su día libre. Cogió un vinilo de su diminuta colección y se sentó en el sofá. La luz del día entraba tímidamente y los chasquidos del LP parecían mas un vichy catalan que una melodía.
Escuchaba atentamente la lírica de tu discurso, lleno de preciosismo y palabras barrocas, pero queria verte los pechos y follarte salvajemente para luego contestarte en medio de la niebla de tu aliento palabras que forman versos partidos dentro de mi boca y bordartelas dolorosamente en tu vientre. Deseché la idea, y fui acomodandome para posteriormente, hundirme en un rincón del sofá.
Debajo de uno de los cojines, encontré una postal arrugada de un paisaje idílico, con palmeras al atardecer. Fuera el sol habia desaparecido, pero inmerso en el recuerdo, no me daba cuenta.
El té hacía rato que estaba hecho, esperaba impaciente el beso, pero no le importaba que quedara frio.
Un ejercito de propósitos pendientes agujereaban finalmente su cabeza, era como tener un sombrero hecho de alfileres, con todo eso, como siempre, decidió continuar disfrutando de su día libre. Cogió un vinilo de su diminuta colección y se sentó en el sofá. La luz del día entraba tímidamente y los chasquidos del LP parecían mas un vichy catalan que una melodía.
Escuchaba atentamente la lírica de tu discurso, lleno de preciosismo y palabras barrocas, pero queria verte los pechos y follarte salvajemente para luego contestarte en medio de la niebla de tu aliento palabras que forman versos partidos dentro de mi boca y bordartelas dolorosamente en tu vientre. Deseché la idea, y fui acomodandome para posteriormente, hundirme en un rincón del sofá.
Debajo de uno de los cojines, encontré una postal arrugada de un paisaje idílico, con palmeras al atardecer. Fuera el sol habia desaparecido, pero inmerso en el recuerdo, no me daba cuenta.