domingo, 13 de mayo de 2012

Escritura Automática 78

La luz con los años, se iba apagando de forma distinta. Al principio, los derroches eran inmensos.Pero imperceptibles. Ahora son diminutos, pero aplastantes. La cera derretida coge una forma irregular, deslizante y aplastada, moldeada en su recipiente, la mecha se consume hasta llegar a su fin. Esto es lo que tienes cada vez mas presente.
Me encontraba en un sucio parque de mi ciudad, una mariposa se cruzó en mi camino, era primavera.

El sol relucia con fuerza y me hacía mirar hacia abajo.las flores exuberantes en los balcones , me recordaron a sexos rosados rebosantes de néctar, mi cuidadosa percepción, nunca tenia recompensa.
Entré en una franquicia de helados italianos y me tomé un mantecado tomando el sol en una plaza tranquila, llena de niños pequeños jugando a odiseas espaciales en miniatura.
Sonreí y luego lloré mientras apuraba el helado. Una vez mas, un desorden de espacio y tiempo me subió por la pierna hasta apoderarse de mi consciencia amplificada.
Revisité mi programa: tocaba volver a casa y comprar algo de pescado.

Muchas veces, en cualquier situación, se me cruza un animal, y logro desconectar de la mecha el combustible.Observo su situación de no-pensamiento, y deseo convertirme en uno de ellos.
Me enciendo un cigarrillo mientras miro fijamente el techo.

Imaginé el pescado que me acababa de comer, nadando en un bosque de posidonias transparentes. Una mosca submarinista, se cruzó en su camino y fue devorada. Estiré los dedos de los pies, la noche se acercaba en un precioso fundido anaranjado, pronto, obtendría una pequeña recompensa ridícula.

2 comentarios:

  1. Las recompensas por pequeñas que sean, nunca pueden ser ridículas ¿ No te parece ?.......

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  2. hay algunas que siempre seran ridiculas

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