viernes, 22 de febrero de 2013

miércoles, 20 de febrero de 2013

Ventanas



Abierta

el sol quema los ojos, el aburrido azul del cielo, calculo la caida en cuatro segundos, un rápido punto final, es agotador andar en circulos, llorar hacia arriba, nunca hacia abajo,que fácil es confundir debilidad con sentimiento....el exterior, tóxico, con su negación automática a todo, no puedo ser humano...

Cerrada

contaminación lumínica que tiñe las nubes con su aliento anaranjado, calculo la caida en menos de un segundo,rasco mi cabeza y aprieto mis dientes hasta agrietarlos Detesto mi voz interior, que no cesa ... y no consigo dormir, no existe la calma ..soy el extraño en una nueva tierra... mis dedos automatizados buscando cigarrillos...desintonizado, emisor y recptor... me desangro como hermafrodita.... en un cajón cerrado, mueren mis sueños de asfixia.
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Entreabierta

Caigo violentamente en un descapotable blanco ganado en un sorteo de un casino de las Vegas, conduzco a toda ostia,por las inacabables carreteras polvorientas de Death Valley mientras duemes escuchando a Brel, acurrucada como un armiño, pongo quinta, y mi mano se deteniene en tus piernitas , que tienen frio, el viento mece mi pelo,  espectador de los azules que tiñen la arena fria , ondulada, lunar....





Escritura Automática 90


Empecé a subir los escalones con dificultad. Mi aparato locomotor estaba mermado.Mi energía estaba casi agotada.Los escalones eran mas altos de lo normal, y la punta de mis zapatos chocaba contra el borde, haciendome atrabancar en cada pasito que daba. Entresuelo, principal, primer piso, ascensor averiado, siempre averiado, con el cartel revelador de cartón, colgado con tiras de cinta adesiva,con comentarios añadidos por los vecinos inconformistas del bloque, cosas así como " mierda de ascensor", " cuando funcione estaré muerto". Mi lengua casi llegaba al suelo. Empecé a sudar, preocupantemente, decidí hacer una pausa en el rellano, y empecé a escuchar.....

Vocecitas chirriantes, sonidos de chicles mascados, quizá de fresa o clorofila, odiaba ese sonido, no lo soporto, me pone de los nervios, joder, callaos de una puta vez, tragaos los chicles, si no me calmaba acabaría gritando de verdad y podría liar una buena, con la policía quizás, y me expulsarían a patadas del bloque..... no, tenía que aguantar y seguir subiendo.
Tal vez al calmarme, pude entender algunas palabras aisladas entre los chasqueos de saliva, y sus tonos y risas tintineantes, "super" "que cuelgue tia" esta noche rompemossss", esas conversaciones vacías me pusieron en guardia, y descifré lo suficiente como para averiguar que habían estado en el piso de mi contacto. Perfecto, porque no sabia muy bien si me faltaban 3 o 4 pisos para llegar, tan solo tenia su nombre: Melián.

Cuando irrumpí torpemente en el rellano donde se pararon aquellos estúpidos niñatos, cabe decir que mi aspecto de fracasado - perdedor intimidaba un poco, y mi poca higiene corporal, hacía, que en conjunto, contemplarme sugiriera, de buenas a primeras, problemas. el coro de jovencitos, que iban a la moda de soy peligroso pero con cuenta corriente, se giraron y callaron sus vocecitas, agradecí que algún chicle callera de sus bocas , por el momento, inamovibles.
Pregunté por Melian, y una de las chicas, una pelirroja de cara insolente y viciosa, se rió, tapando su boca enorme con tres dedos y cerrando sus ojos azules vulgares a la vez que reía.
El " cabecilla" del grupito, en un afán de demostrar que los extraños con pinta decadente y malolientes no le asustaban, me miró decidido y empleo una voz grave muy estudiada para decirme: " si tio, tienes que subir 4 pisos, y es la puerta 3, al fondo del piso, es una putada que el ascensor no funcione eh......" cuando oí la palabra puerta 3 ya me había girado y estaba subiendo torpemente los escalones.... tardaron un minuto en volver a mascar chicle y vociferar de nuevo, la verdad no se que coño estaban haciendo en la planta 1 pero no me importaba lo mas mínimo.

Malditas escaleras. Mientras subía murmuraba cabreado, la posibilidad de que me hubieran engañado. Movía la cabeza, " no creo" cuando todos vamos a lo mismo se crea una especie de aureola de entendimiento, una especie de código de honor. Bueno, al menos eso era antes.
El bloque era de esos que le da el sol todo el día, mis zapatos seguían rozando con el borde de los escalones, el hormigón caliente, actuaba como un horno implacable. Me apollé en una de las paredes y oí como bajaban unos pasos  enérgicos, llenos de vitalidad, todo lo contrario de los mios.A los pocos segundos apareció una bella señorita, enconjuntada a modo sport, su cara feliz cambió d erepente al cruzarse conmigo. Yo aguante el porte, me erguí automaticamente, sonreí con naturalidad y eso activó la alerta en la bella señorita, que veía en mi maloliente ser,  una amenaza psicópata , otro colgado mas que sube al piso 8..... me esquivó magistralmente, y no hizo ni puñetero caso, a mi sonrisa natural, ni a mi porte erguido, ni a mi buenos días, que finalmente se quedaron a la mitad. Eso si, giré mi cabeza y vi su culo atlético desaparecer en el hueco de las escaleras.

El sudor frío me inundaba la cara.Era extraño que a mediados del mes de julio, me encontrara agotado en medio de un bloque de hormigón, acalorado y a la vez pasando frío y temblando.La cosa cambiaba cada dos o tres minutos. Pasaba de la insolación a al hipotermia. Pasaba del crujido de los huesos, a la insoportable marea de sudor que regalimaba por la espalda y sobacos, y posteriormente ese mismo sudor, se convertía en nieve derretida y fria.Pase mi mano por los hombros y jure que cayó algo de escarcha, me estaba empezando a agarrotar. No lo esperaba tan temprano. Mierda.Mis piernas temblaban y me costaba mantener la postura de bípedo evolucionado. Tendría que rebajarme pronto, a la forma cuadrupeda y cómoda de un reptil.
Casi a rastras llegué a la puerta 3 del piso 8, del horno de hormigón . Llamé al timbre, esperé cerca de un minuto, que se me hizo largo, y se me cruzaron pensamientos tales como " y si ahora no hay nadie que?" he subido esta puta montaña de mierda para nada?" y ahora como nos quitamos el mono?", se abrió la puerta con un gruñido sordo y el tal Melián, me invitó a entrar con una hospitalidad automática, sin dejar de analizar mi persona como un amigo o como una amenaza, tenia una especie de alerta guardada en uno de los bolsillos de sus bermudas coloridos, normal, supongo, si trataba con escoria habitualmente.

Me invitó a una coca cola, y en seguida atendió mi pedido, mientras esperaba en un sofá cómodo , gigantesco, en el que me hundía por momentos. La decoración de aquel lugar era mínima, nada en las paredes, las cuales estaban impolutamente blancas, no habían muebles a excepción de aquel sofá., la casa olía bien, no se oía música de ningún tipo, solo el ronroneo esporádico de una nevera.
Apareció Melían con una bolsita, " esto es el pedido" y esto es para ahora... un regalo para que te pongas bien.
Melián era sin duda, un gran anfitrión, me preparé el pico a una velocidad inusitada, apreté fuertemente las gomas, hasta que mis venas saludaron, con su cara azulada, y me pidieron un beso, y yo se lo di, y mis ojos cayeron, y mi baba cayó, y caía sin moverme un milímetro, los hormigueos disfrazados de placer.....
Ese sofá estaba diseñado para yonkis heroinómanos, nunca había estado sentado en un sitio tan confortable.
Cerca de mediatarde me despedí de Melián, íbamos a vernos a menudo, no fiaba, no aguantaba dramas, tu se lo ponías fácil, él era amable, lo cabreabas, te rompía la cara, me pareció justo, aunque nunca se sabe con esto del mono como iban a ir las cosas.
Bajé las escaleras gracilmente, como a saltitos, sin tropezar, ni siquiera tenía calor, la luz de la tarde no era tan agresiva, lo ideal hubiera sido darme una ducha, pero ya sería el colmo ducharse en casa de tu camello.

Al cabo de poco rato, volví a escuchar las vocecitas chillonas, cada vez más definidas, cada vez mas inaguantables, aun así , ya no tenía motivos para enfadarme tanto, pasé en medio de ellos los saludé, la chica pelirroja parecía seguir riendo, me miro y volvió a taparse la boca, la voz de macho dominante aprendida me dijo " eh , tio....", estaba por no hacer caso y seguir bajando, pero me giré para contestar.
Un bate de aluminio se encontró con mi cara, justo en medio, saltaron mas de tres dientes, y yo salí despedido contra la pared, luego, caí derretido como un helado olvidado.
"registremosle y vámonos de aquí"

domingo, 3 de febrero de 2013

Escritura Automática 89


Me quedé mirando profundamente un cuadro colgado en la pared , en el que había un naufragio.  Desenfoqué los ojos, sentía el oleaje hostil y las salpicaduras del mar gris en mi cara de tonto.
El suelo era un desfile de ropa interior cara esparcida. Ella dormía exhausta, con el dedo en la boca, su cuerpo opaco, brillaba en los cantos de sus curvas. Era un escollo adorable, quizá el barco naufragó chocando contra  sus senos. Si de eso estaba seguro..Era una de esas chicas asirenadas, que te atraía con su canción dulce e hipnótica y luego te hundía bruscamente, hacia las profundidades, donde el azul es casi negro.

A veces soñaba despierto, de echo, cada vez más, y no sé que era más insólito.De primeras, resultaba algo gracioso, pero luego, todo acababa en un infierno cotidiano del que uno quería escapar.
Mi dual infierno dormido - despierto , era agotador, no sabía donde podía refugiarme.Que talismán había que hallar? Que religión necesitaba? Podía convivir con esa especie de esquizofrenia que repartía hologramas e imagenes superpuestas en mi realidad aparente? Estaba preparado, para soportar la realidad en dos o tres planos distintos? Acabaría por volverme loco? o aceptaria a todos los personajes y planos como algo normal e incluso enriquecedor?
Un día, en unos lavabos de un viejo café, donde me harte de capuccinos y croissants, en uno de esos ataques de ansiedad que antaño me acorralaban en casa y de los cuales escapaba en ala delta desde la ventana, hallé un escrito, de caligrafía hostil y precipitada en la pared húmeda y amarillenta, donde todos parecían disfrutar añadiendo nombres y frases circunstanciales y caducas.:

Supon que no estas en lo cierto...
y si esta novela no la has escrito tu?

mas abajo, con el mismo rotulador seguía el escrito:

Destronado....hablo con el sucedáneo hoy

No se cuanto tiempo estube pensando en aquellas tres frases, pero ultimamente llevo conmigo un rotulador negro, ni fino ni gordo, en mi bolsillo, y en los lavabos lo desenfundo, como si fuera un sable, y empiezo a escribir rastros.

Entre escritos carentes de moral y ética, dibujaba tus senos, como paréntesis entre mi léxico interior, cabe añadir, que no eran dibujos vulgares, eran bellos como las serigrafías eróticas de Klimt o los dibujos perversos de Cocteau, que coleccionaba en cuadernos estrechos de color crema y que tu ojeabas en los desayunos dominicales en ropa interior o desnuda.

El teléfono me permitió encargar un par de pizzas decadentes, para mi era un pequeño juego, ponía voces extrañas, me hacía pasar por extranjero o como si tuviera problemas en el habla, tartamudeos o escarceos con la paraplejía. A veces me pasaba bien bien unos quince minutos para pedirlas.Esa vez tardé mucho menos, pero seguía sin dar propina a los repartidores.
Una de las pizzas me sirvió como sombrero mejicano, y la otra me la comí viendo un reportaje sobre la salamandra gigante del Japón, quizá el anfibio mas grande de la tierra. entre mordisco y mordisco, las anchoas de mi improvisado sombrero mejicano, iban cayendo lentamente por mi pelo y cara.
Me sentía vacio, aunque mi estomago estuviera lleno de masa fina y anchoas, aunque mitigara la sed con bebidas gaseosas.
De pronto me acordé de aquella escena, en la que tu gato te lamía los pies mientras tu dormías, como un fetichismo cariñoso e inocente, que me excitó y conmovió al mismo tiempo. Oía tu repiración, reverberando, en ese espacio vació, híbrido entre caja torácica y cuatro paredes. el sol no quería salir, y me pareció fantástico. Seguía oyendo tu respiración, yuxtapuesta con la mia, a distintos ritmos, mis dedos empezaron a arañar nada, mis mandíbulas apretaron nada, mis ojos se movían enfocando nada, notaba las presencias de nada detrás de mi, oía a nada ...." Destronado, hablo con el sucedáneo hoy"

Sin saberlo, estaba en estado ingravidez.Nada estaba en su sitio y todo se iba. Perdiendo.Sin poder dominar mi trayectoria.Decidí flotar sin mas.Un azul casi negro.