
No es voluntad, es poder
Deshació el nudo que había echo con sus dedos, como un angosto ovillo de inseguridades.El triumfo no obstante, no le provocó la mas mínima emoción.Estaba acostumbrado a no exteriorizar sus emociones.
Giró su cabeza y apareció de pronto, en decenas de fotografias disparadas por mujeres escondidas, que percibian su persona como un blanco perezoso y sin alma.
Se acomodó con dificultad en su cama sorteando imágenes de la virgen que le invitaban a entrar en ese foco d eluz amable, finalmente tubo un sueño monótonoen el que él escribía con su Olivetti a cámara lenta.
Su rostro esbozó una sonrisa infantil, entre pétalos esparcidos por una dulce brisa de primavera, que dibujaron una preciosa mañana