domingo, 21 de octubre de 2012

Escritura Automática 84



Medio dormido en su cama, escuchó con pereza las palabras  que sonaban en el viejo transistor familiar, que aquella mañana de octubre, susurraba en voz alta,  los acontecimientos.
Algo había caido del cielo y habia provocado una catástrofe sin precedentes. Él cogió su roida sábana y se cubrió como un cadaver predispuesto en una camilla.
Respiró hondo y se estremeció.

En cada fase de su vida, había matices que lo alejaban de su ideal. Nunca conseguía saciar ese idílico estado.quizá no existía, quizá ya no lo conseguria por haber perdido la oportunidad...quizá
Creia que siempre tendría la sensación de estar equivocado, su cotidiana inseguridad, aunque cada vez, quiera uno un terreno llano y relativo aunque ese camino pudra tu interior.

Seguía temblando bajo esa atmósfera confortable de calor artificial, le vinieron imágenes de cabarets, piernas bonitas torneadas bajo nylon negro y rojo, risas de pájaro, caricias por dinero, Marlene Dietrich en gramófono inyectable....
Algo pasaba ahi fuera y lo tenía agarrado de los cojones.

No quiso pensarlo mucho y salió por patasde aquello.....Continuaba sin ver ningun final, ninguna solución, pero con la suerte de seguir vivo.de poder comer a diario sin tener que matar a nadie.

Aunque no conseguía digerir todos esos films americanos de final feliz, todas esas canciones de amor de plástico, la tele basura,, todos esos simpáticos humanos vampiros.....

2 comentarios:

  1. Algunas veces me encantaría poder tomar una copa - o dos - en tu compañía, me vuelvo a descubrir ante la calidad de estos textos que me dejan noqueado y con la misma pregunta cuando veo mi diario... ¿para qué?. Merci.

    ResponderEliminar
  2. para que? por ti y para ti

    o tres tambien

    ResponderEliminar