Los chicos gays fanáticos del snobismo se creen que pinchar rockabilly lo puede hacer cualquiera.Nos presentaron un repertorio barato como un plato de ganchitos humedecidos .Dedicaros a lo vuestro, a hablar de mediocridades televisivas, bailad el Rasputin y el I will Survive y cuchichear con vuestros amigos de temas banales.La música dejadla a otro lado.Cuando se ponga de moda la música clásica, pincharan Luis Cobos.Estoy seguro de que mi padre nos hubiera deleitado con una sesión de esas inolvidables.
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