Miroslav Tichý (20 de noviembre de 1926 - 12 de abril de 2011) fue un fotógrafo checo opuesto a los planteamientos artísticos del progresismo comunista.
Nació en la aldea de Nětčice como hijo único del sastre Antonin Tichý y pasó su infancia en Kyjov hasta que tras la Segunda Guerra Mundial comenzó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Praga. Sin embargo en 1948 abandonó sus estudios al obligar las autoridades a cambiar los modelos que posaban para los estudiantes por obreros vestidos con traje de faena, abandonó la Escuela a la que jamás regresó. Se convirtió durante décadas en un vagabundo e indigente, considerado por la policía de Checoslovaquia como un enfermo mental, pasando por numerosos psiquiátricos y prisiones. Tras dedicar sus esfuerzos a la pintura, ser desalojado de su casa y perdida su obra, en la década de 1960 se construyó con materiales de deshecho una cámara fotográfica, dedicándose desde entonces a realizar retratos de mujeres que luego revelaba de manera descuidada y sobre los más variados materiales. En la década de 2000 fue descubierto por el crítico de arte contemporáneo, Harald Szeemann, que organizó su exposición en la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla en 2004, aunque en 1990 había realizado una exposición en la Die Blaue Kunsthalle DuMont de Colonia. A partir de ese momento gozó de gran prestigio y sus trabajos recorrieron las salas de Madrid, Palma de Mallorca, París (Centro Pompidou) y Nueva York (International Center of Photography).
Nació en la aldea de Nětčice como hijo único del sastre Antonin Tichý y pasó su infancia en Kyjov hasta que tras la Segunda Guerra Mundial comenzó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Praga. Sin embargo en 1948 abandonó sus estudios al obligar las autoridades a cambiar los modelos que posaban para los estudiantes por obreros vestidos con traje de faena, abandonó la Escuela a la que jamás regresó. Se convirtió durante décadas en un vagabundo e indigente, considerado por la policía de Checoslovaquia como un enfermo mental, pasando por numerosos psiquiátricos y prisiones. Tras dedicar sus esfuerzos a la pintura, ser desalojado de su casa y perdida su obra, en la década de 1960 se construyó con materiales de deshecho una cámara fotográfica, dedicándose desde entonces a realizar retratos de mujeres que luego revelaba de manera descuidada y sobre los más variados materiales. En la década de 2000 fue descubierto por el crítico de arte contemporáneo, Harald Szeemann, que organizó su exposición en la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla en 2004, aunque en 1990 había realizado una exposición en la Die Blaue Kunsthalle DuMont de Colonia. A partir de ese momento gozó de gran prestigio y sus trabajos recorrieron las salas de Madrid, Palma de Mallorca, París (Centro Pompidou) y Nueva York (International Center of Photography).
Parecen estar atrapadas en el tiempo, y cegado de luz exterior.
ResponderEliminarson las camaras que construia el mismo las culpables de eso
ResponderEliminarSus imágenes son absolutamente sensuales. Supo captar el momento perfecto para lograrlo. Inclusive, me atrevo a decir que los desenfoques e "imperfecciones" contribuyen a la sensación de querer "ver más", querer "ver mejor" aquello que transmite la sensualidad. En ese sentido, pocos fotógrafos se acercan al nivel alcanzado por este artista.
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