Era un lugar caótico, lleno de trastos. Solo entrar, tuve un ataque alérgico incómodo., la humedad se impregnaba hasta el interior del tuétano. Por suerte, la curiosidad hizo superar mi patética crisis.
Entre paredes-estantería, dislumbré una colección de cajas de cerillas , eran artículos inservibles, debido a la humedad. Me sentí como ellos en ese momento
Sono una voz clara pero debil, avanzaron unas sombras y me rodearon.Consumí ese breve periodo de hermandad con mi corazón, sujetado débilmente con mis manos, cada uno de ellos se turnará para besarlo con la lengua. El efecto fue parecido a un cunnilingus a turnos, que estremecía todo mi organismo.
Luego fui abandonado en un apartamento sin muebles , repleto de crisantemos, vestido con una gasa transparente, que me otorgaba una apariencia de crisálida grotesca.
Seguí contemplando el caos, el alma de un coleccionista , ya muerto, me poseía, su historia en descomposición…el desguace era inminente, era un hombre sin familia, los herederos eran el estado, y el papeleo fulminante subastó cuatro cosas y se deshizo de todo lo demas..
Mi dedo intranquilo pulsó la tecla del contestador automático. Unas voces desconocidas, me ordenaron, con un tono monocorde, que cuidara de los peces que habían en la bañera , que en un periodo de tiempo acordado, vendrían a por ellos. Me peine con las dos manos, y afirme en silencio.
como un autorretrato de Magritte.
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