Mis ojos no podían con la claridad, era una mañana esplendorosa, donde el sol lucía su traje de gala.Me gustaba verte de perfil, quemada por la luz blanca, entre mis dedos parasol.
Era como un foco de cuarzo, de esos cegadores, perdí mi visión, eclipsado, creo que hasta me puse moreno, como en la película “Encuentros en la Tercera Fase-4” , yo de todas formas me encontraba en una total situación de desfase.De echo me sentía como el peor de los personajes de una novela de Bukowsky.
Te recogí del suelo con dificultad, me hablaste de que estabas en el fondo del mar, muy adentro, entre azules intensos y algas verdes, hablando en burbujas.
Te dejé junto a la ventana, con un té de bergamota recién hecho.
Una brisa entró en la casa, parecía como si la madre naturaleza decidiera limpiar el ambiente.
Un punto y aparte, como las típicas películas americanas, calma y reflexión, antes de la gran hecatombe.
Intenté aprovechar el momento, pero como siempre, el caos entró cuando menos te lo esperas… el despertador sonó y lejos de los dulces sueños, entré otra vez en mi monótona rutina.
Me hice un rápido desayuno a base de café y tostadas y me propuse ir al trabajo con mis dulces sueños hechos añicos.
Suspiró profundo, como otras tantas veces al colgar el teléfono, Se quedó largo tiempo oyendo la señal de línea, poco a poco iba cayendo hacia atrás, apagándose.
Escuchar: Tim Hecker-Celestina
bravo por estos automatismos que nos ofreces, Alexei. por cierto, las expos de Lartigue y de Fellini (menos) valen la pena, que estuve por allí ayer. salut!
ResponderEliminarTe adelantaste Bribon!!! Nos vemos pronto 1 abraçada
ResponderEliminardespertando otra vez....
ResponderEliminarA veure si ens veiem abans de que marxi nanus
!!