Imágenes divinas de ídolos venidos a menos. Decadencias repetidas década a década, siglo tras siglo. La incertidumbre del hombre, esclavizada a penosos símbolos placebo, con el único propósito de desprendernos del miedo voraz.
Paralizado enfrente de un espejo sucio, que hacía brotar pecas inexistentes en mi rostro, escuché el teléfono a lo lejos, un ruido insoportable atenuado por 3 bolsas del Lidl superpuestas.Estaba desarrollando, sin darme cuenta, una tendencia sin retorno al aislamiento.
El desierto a mis pies, un silencio inmenso, solo roto, por débiles resoplos de aire caliente, conducido al vacio. En ese momento pensé “ Aquí podrían haber grabado secuencias de la Guerra de las Galaxias”, por cierto yacia en un lugar ordenado, con leyes claras y simples, lejos del caótico espacio de oportunidades que te proporciona la ciudad.Decidí cruzarlo aunque el calor me provocara el fin.
Saqué la cinta del video VHS medio estropeado por la carcoma del tiempo y la arrojé por la ventana. Me ventilé lo que quedaba de vodka y me masturbé en la cama hasta dormirme. Soñé con carreteras en blanco y negro con cadáveres desnudos de rubias atropelladas.
Perdida la consciencia recuperada la dignidad. Alguien dijo “ quien pierde los orígenes pierde la identidad”, a mí me da igual.
Paralizado enfrente de un espejo sucio, que hacía brotar pecas inexistentes en mi rostro, escuché el teléfono a lo lejos, un ruido insoportable atenuado por 3 bolsas del Lidl superpuestas.Estaba desarrollando, sin darme cuenta, una tendencia sin retorno al aislamiento.
El desierto a mis pies, un silencio inmenso, solo roto, por débiles resoplos de aire caliente, conducido al vacio. En ese momento pensé “ Aquí podrían haber grabado secuencias de la Guerra de las Galaxias”, por cierto yacia en un lugar ordenado, con leyes claras y simples, lejos del caótico espacio de oportunidades que te proporciona la ciudad.Decidí cruzarlo aunque el calor me provocara el fin.
Saqué la cinta del video VHS medio estropeado por la carcoma del tiempo y la arrojé por la ventana. Me ventilé lo que quedaba de vodka y me masturbé en la cama hasta dormirme. Soñé con carreteras en blanco y negro con cadáveres desnudos de rubias atropelladas.
Perdida la consciencia recuperada la dignidad. Alguien dijo “ quien pierde los orígenes pierde la identidad”, a mí me da igual.
a mi también me da igual
ResponderEliminarlos orígenes están donde está lo que uno quiere
No hay tiempo para dar importancia a los origenes
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