miércoles, 20 de octubre de 2010

Escritura Automática -46-


Recordé las largas tardes estirados en la cama-sofá de tu habitación. De mientras el mundo seguía transcurriendo y nosotros seguíamos estáticos, en un mismo punto sin querer dejarlo, aferrados como sanguijuelas hambrientas.
Me entregué a la succión, dejé que mi vida escapara a través de aquellas ventosas sangrientas, me empequeñecía, empezaba a delirar, mi debilidad edificó preciosos espejismos de luz cálida y acogedora.

Los stanbys pueden ser inmensos, cuando resurges, es como si pasaras cuentas al tiempo y empezaras a percibir todos los cambios. Desubicado, vuelves a vivir los mismos errores, pero con una activada consciencia que te hace sufrir más. Sabiendo el posible y traumático desenlace, ntentas salir adelante.

Apurando un cigarrillo con un movimiento histérico de muñeca del suelo-a adelante, mecánicamente, la mirada se transforma en un ciclo dinámico de necedad nerviosa.
Programado para hundir y flotar eternamente.


Escuchar: Fourcolour: 2 Strings

2 comentarios:

  1. Recuerdos como sanguijuelas, hasta confundir el amor con hambre.

    Me encantó este texto, es muy erótico y con sentido, que difícil es conseguir esa mezcla

    Bravo*

    ResponderEliminar