Mi papel en la película había terminado, no era ni actor secundario.Hacía de cantor tirolés, padecía de afonía, eso me atascaba el salto ala profesionalidad.
Nunca canté demasiado bien, eso le daba veracidad al papel.
Aquella mañana me costó levantarme, estaba envuelto en sábanas de acero, carente de energía, me arrastré por el suelo como un reptil atolondrado, no sabía encontrar el camino hacia el WC.Mi cabeza albergaba un complicado puzzle sensorial.
Tuve amores fallidos, como una burbuja de jabón, acababan explotando, esparciéndose, desapareciendo.
Como un niño, me bañaba con mucha espuma y observaba las burbujas que fabricaba con las manos, el calor del agua me transportaba al fetus materno.
Regresión con interferencias, ahogada en el líquido amniótico donde flotaba mi origen.
Me costaba reconocerme en ese pequeño ser lleno de pliegues con los ojos cerrados.Apagué un cigarrillo en el dorso de mi mano y desperté de aquella locura.
Solía reaccionar ante los acontecimientos importantes, estaba preocupado pero sabía que lo podría superar. Me puse la chaqueta, salí de casa e inicié un paseo sin sentido destino a cansancio.
Es curioso como a veces escogemos la alternativa de agotar nuestras baterías y quedar tendidos en la cuneta de nuestra carretera secundaria.
Nunca canté demasiado bien, eso le daba veracidad al papel.
Aquella mañana me costó levantarme, estaba envuelto en sábanas de acero, carente de energía, me arrastré por el suelo como un reptil atolondrado, no sabía encontrar el camino hacia el WC.Mi cabeza albergaba un complicado puzzle sensorial.
Tuve amores fallidos, como una burbuja de jabón, acababan explotando, esparciéndose, desapareciendo.
Como un niño, me bañaba con mucha espuma y observaba las burbujas que fabricaba con las manos, el calor del agua me transportaba al fetus materno.
Regresión con interferencias, ahogada en el líquido amniótico donde flotaba mi origen.
Me costaba reconocerme en ese pequeño ser lleno de pliegues con los ojos cerrados.Apagué un cigarrillo en el dorso de mi mano y desperté de aquella locura.
Solía reaccionar ante los acontecimientos importantes, estaba preocupado pero sabía que lo podría superar. Me puse la chaqueta, salí de casa e inicié un paseo sin sentido destino a cansancio.
Es curioso como a veces escogemos la alternativa de agotar nuestras baterías y quedar tendidos en la cuneta de nuestra carretera secundaria.
Escuchar: Throbbing Gristle-Tanith
Que bonita imagen la del segundo párrafo, logró abstraerme del resto de la historia, y me hizo viajar a mi niñez y caí en esa bañera con burbujas.
ResponderEliminarY sí, a veces buscamos el camino mas cansino. debe ser el subconsciente que prefiere dormirse agotado.
Muá*
Espero que hayas echo muchas burbujas, el encanto de las carreteras secundarias, y el desfallecimiento
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